Buena Voluntad
Buena Voluntad
Buena Intención
Buenos Pensamientos
Buenas Acciones
Buen Vivir
Buena Voluntad no es Buena Intención. Una Buena Intención puede ser el comienzo, pero sola no es suficiente. Tampoco los buenos deseos o anhelos. Debemos desarrollar la destreza necesaria para entrenar a la mente. Debemos actuar de una manera inteligente y determinada. La Buena Voluntad ha de ser eficaz, no impráctica y soñadora.
La Buena Voluntad resulta mucho mas poderosa mediante la cooperación y la acción grupal que mediante la acción individual, pero cada acto que signifique algo bueno para la sociedad es un acto de Buena Voluntad. La voluntad de servir es ya un acto de Buena Voluntad. La pureza de intención es aquí muy importante. La voluntad de servir no es la voluntad de poder.
Es necesario el correcto conocimiento para la Buena Voluntad. Correcto conocimiento de lo que es bueno y de lo que es algo diferente de bueno. El que quiera ser un trabajador de Buena Voluntad ha de adquirir este conocimiento. Ha de conocer lo que está ocurriendo en la sociedad y en el planeta, y no ha de estar ocupado solamente con su propia y pequeña vida. La televisión, internet y los medios escritos nos ayudan a estar bien informados, aunque hay muchas informaciones inútiles y aún destructivas. Naturalmente, está en nosotros seleccionar.
La introducción del elemento Buena Voluntad en la sociedad crea cambios para el bien, especialmente a través de las personas con influencia y mediante el correcto uso del dinero. Los hombres y mujeres de negocios también son personas con corazón, que pueden usar sus recursos para hacer actos de Buena Voluntad. Todos tenemos cierta influencia y también medios financieros. Inspiramos mediante nuestro ejemplo. No importa en que áreas desempeñamos nuestra actividad. Una sugerencia es usar el 10 por ciento de nuestros ingresos (el diezmo bíblico) y de nuestro tiempo en actos de Buena Voluntad.
Es útil preguntarse diariamente cuanto tiempo hemos dedicado a la Buena Voluntad.
Los actos de Buena Voluntad dan energía. Quienes creen que no tienen tiempo, deberían pensar cuanta energía sustraen de sí mismos por actividades y pensamientos desperdigados.
Una buena manera de enfocar la fuerza vital es la meditación y la plegaria. Quien ya no es mas un problema para sí mismo, ha resuelto un problema para la humanidad, y puede ayudar con mas eficacia.
Es también inspirador observar el ejemplo de los grandes seres, que han dedicado sus vidas al progreso de la humanidad en forma altruista, como por ejemplo Mahatma Gandhi, que hizo, por medios no violentos, que los Británicos abandonaran la India.
También nosotros podemos lograr mucho bien con una correcta determinación. Hagamos, por lo tanto, esfuerzos para contribuir a la vida con pensamientos y acciones de Buena Voluntad, con paciencia, amor y compasión. Pero también con perseverancia y vigor.
La Buena Voluntad es contagiosa !