Presentación del Libro
“El Cuerpo Etérico”
por K. Parvathi Kumar
Construir el cuerpo etérico es un trabajo interno. Ayuda al hombre a darse cuenta de su identidad original y el sentido de su vida. El cuerpo etérico revela la verdad de la inmortalidad del hombre. El libro "El Cuerpo Etérico" del Dr. K. Parvathi Kumar, da la técnica correspondiente. El libro surgió de la conferencia dada por el autor el 23 de agosto de 1.996 en Solingen, Alemania.
Contenido: El propósito, ¿Qué es el cuerpo etérico?, La función principal del cuerpo etérico, La tarea inmediata, El trabajo objetivo (cuadrar el cuadrado), Karma, El triple aspecto del karma, La cuadratura del cuadrado, El trabajo subjetivo, La respiración, El sonido y su utilización, El color, Algunas pautas relativas al color, El cuerpo etérico y la curación, Venus-Antahkarana, Venus Piscis.
Ediciones Dhanishtha, Barcelona (España) 1997. ISBN: 84-88011-29-6
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Muestra:
EL PROPÓSITOLa finalidad de construir el cuerpo etérico es la de actuar efectivamente como discípulo. El propósito del discipulado se cumple, a su vez, cuando se construye el cuerpo etérico. Un cuerpo etérico bien construido es el medio de traducir los principios espirituales intangibles en actos tangibles de buena voluntad. Eso permite la manifestación del Plan Divino. Eso eleva al individuo al estado de inmortalidad. Uno supera la muerte y continúa con su identidad como alma, dando plenitud al plan de los Seres elevados. Tal es el estado de los Maestros de Sabiduría.
La práctica espiritual pertenece al alma y continúa a través de una serie de nacimientos y muertes. Cada encarnación lleva en sí el programa del alma, así como el programa de la personalidad. El programa de la personalidad comienza y concluye en cada encarnación para volver a comenzar de nuevo en la encarnación siguiente sobre la base del karma individual. Este karma individual sigue con nosotros hasta que no se practique y se experimente la doctrina de la acción (Karma Yoga). Mientras dure el condicionamiento del karma, cada muerte borra nuestros recuerdos.
El programa del alma continúa también mediante las prácticas espirituales como tendencias-semilla a lo largo de toda esa serie de nacimientos y muertes. Hay una continuidad oculta de su trabajo como parte de nuestra consciencia.
La parte espiritual de uno tiene un nombre a lo largo de todas las encarnaciones a modo de nombre-código. Mediante ese nombre-código uno es conocido e identificado. Nuestra parte de personalidad recibe también un nombre para cada encarnación, pero éste cambia de encarnación en encarnación.
Conectar los dos niveles de consciencia hace posible que el ser humano se dé cuenta de su identidad original y de su propósito en la vida. Esta conexión es posible cuando se construye, se fortalece, se vitaliza y se hace magnético el cuerpo etérico. Es un proceso de iniciación; es decir, de trabajo interno. Semejante trabajo interno les resulta posible sólo a aquellos que han llegado a tener un temperamento normal y natural en el mundo exterior. Una vez que se ha construido el cuerpo etérico hasta llegar a tener la necesaria vibración, el ser humano se vuelve semidivino y semihumano. Se convierte en un puente entre el mundo divino y el mundo material, un mensajero de Dios en la Tierra, como dicen las Escrituras.
¿QUÉ ES EL CUERPO ETÉRICO?
El cuerpo etérico es el cuerpo de luz formado por los cuatro planos superiores (de los siete subplanos) de la materia física. El cuerpo físico del ser humano es un cuerpo compuesto de dos partes, la parte física densa y la parte física sutil. La parte física densa está formada por la materia de los tres subplanos inferiores del plano físico. La parte etérica está formada por los cuatro subplanos superiores, que son de naturaleza sutil, permitiendo la irradiación de la luz. La parte etérica del cuerpo humano, dado que está formado por materia sutil transparente, permite la transmisión de las energías espirituales, como la Luz, el Amor y la Voluntad.
El cuerpo físico denso corresponde al planeta Tierra. El cuerpo etérico corresponde al planeta Venus. La astrología esotérica nos dice que Venus es la parte complementaria superior (la hermana mayor) de nuestra Tierra. Ésta nos dice también que Venus es el ángel guardián de nuestra Tierra. En el proceso involutivo, el descenso del hombre físico, tal y como lo conocemos actualmente es a partir del estado etérico. De ahí que la forma etérica del ser humano constituya la base de la forma humana físico-densa. En el proceso evolutivo (la búsqueda espiritual) el ser humano vuelve a alcanzar una vez más el estado etérico. La Era de Acuario es apta para adquirir ese estado sublime de existencia.
Toda práctica espiritual va dirigida a cambiar el énfasis de lo denso a lo sutil, de lo físico denso a lo físico sutil, de la oscuridad a la luz, de la ignorancia al conocimiento y de una existencia densa y condicionada por lo material a una existencia sutil, espiritual y liberada.