Presentación del Libro
“Mithila. Un Programa Educativo para la Escuela de la Nueva Era”
por K. Parvathi Kumar
Los hombres del Siglo 21 han perdido el rumbo y no están capacitados para guiar a las almas entrantes, los niños. El libro "Mithila", ofrece apoyo a aquellos que deseen proteger a sus niños contra las influencias dañinas de nuestra sociedad.
"Mithila" es el nombre de la más antigua Escuela de Sabiduría. Esta obra contiene la Sabiduría de una forma sistematizada y posibilita la orientación que conduce a la realización personal. Está pensada para todos aquellos niños que buscan el Reino de Dios sobre la Tierra. Ofrece a las escuelas de la nueva era un detallado plan de enseñanza para padres y docentes, para que puedan de esta manera instruir a los jóvenes. El contenido del libro puede completar el plan educativo de los niños en sus escuelas o puede dar nacimiento a una escuela dominical.
Indice: El Hombre-Dragón; El Hombre Septúple; Los Siete Rayos; Las Asanas de Yoga; El Trabajo; Ritmo y Ritual; La Alimentción; El Color; El Dinero y la Sexualidad; Silencio, Sonido y Palabra; El Pensamiento; La Meditación.
Ediciones Dhanishtha, España 1993, ISBN: 84-88011-52-0
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Muestra:
EL Hombre Séptuple
Todos conocemos la existencia física. Muchos conocen también la existencia emocional cuando se exaltan, se irritan, se asustan, o cuando están apenados o sienten alegría. Cuando se encuentran en uno de esos estados, solemos decir que son emocionales. Todos nosotros tenemos emociones y cuando somos emocionales, estamos trabajando con el cuerpo emocional. También conocemos nuestra existencia mental. Siempre que estamos pensando significa que estamos en el cuerpo del pensamiento o de la mente.
Todos los seres humanos comunes conocen estos tres estados de existencia. Si nos conocemos a nosotros mismos como entidades pensantes, de deseo y de acción, significa que estamos trabajando con nuestros cuerpos mental, emocional (o de deseo) y físico respectivamente. Los grandes pensadores son personas que piensan, los intelectuales son también pensadores. Todos son pensadores, desde los intelectuales hasta el hombre común. La diferencia esta en su manera de pensar.
Hay unos pocos seres humanos que también actúan con el cuerpo de Sabiduría y que más que intelectuales son intuitivos. Esto quiere decir que trabajan con un entendimiento superior. Trabajan con Sabiduría y siguen la Sabiduría de la Naturaleza. Por ejemplo los científicos que contribuyeron al bienestar de nuestra sociedad, son intuitivos. Así también hay otros como Platón, Sócrates y Pitágoras que fueron seres intuitivos que mediante su intuición contribuyeron al bienestar de la humanidad. Todas las naciones tienen seres intuitivos que contribuyen mediante su pensamiento al bienestar de la sociedad y su contribución guía a la sociedad durante grandes ciclos de tiempo, al contrario de lo que ocurre con la contribución de los intelectuales. Los pensadores mas influyentes de la sociedad influencian a la sociedad durante unos períodos más cortos de tiempo. Su pensamiento muere pronto porque le falta coordinación con la Naturaleza. Algunos pensamientos viven poco tiempo, otros viven mucho tiempo, pero otros viven eternamente. Esta ultima categoría per-tenece a quienes actúan desde el cuerpo de Sabiduría o Buddhi. La Sabiduría de Platón, Pitágoras y Sócrates, por ejemplo, ha sobrevivido al paso del tiempo en Occidente. Lo mismo ocurrió también con Valmiki y Veda Vyasa en Oriente, así como con Hermes en el Oriente Medio.
Hemos de aprender a actuar con el cuerpo de Sabiduría o Buddhi, que es nuestro cuarto cuerpo. El hombre actual usa frecuentemente sólo los tres cuerpos inferiores al cuerpo Búddhico, es decir: el cuerpo físico, el cuerpo de los deseos y el cuerpo del pensamiento. El ser humano no puede obtener una felicidad suficiente con estos tres cuerpos, aunque sean también cuerpos muy importantes. Utilizar el cuerpo Búddhico le hace al hombre muy feliz.
El ser humano es aún más feliz cuando aprende también a hacer uso de su cuerpo de Amor. Este cuerpo es utilizado por muy pocos seres de la humanidad. Krishna, Buddha y Cristo lo usaron. Todos los grandes Maestros de Sabiduráa lo utilizan. Cuando el ser humano utiliza este cuerpo suyo experimenta una gran bendición y reparte esa bendición y felicidad a todos aquellos que viven a su alrededor. Las anécdotas de la vida de Krishna, Buddha y Cristo demuestran lo muy felices que eran y lo felices que sabían hacer a los demás. Hay millones de seres humanos en este Planeta que siguen estando inspirados por sus obras y sus enseñanzas hasta el día de hoy. Cuando aprendamos a hacer uso del cuerpo del Amor, podremos también trabajar como ellos. ¿Acaso no es esto fantástico?, ¿acaso no merece la pena intentarlo en nuestra vida?
Hemos de aprender a comprender cuántos buenos principios tenemos. Una vez que hemos comprendido nuestro potencial, hemos de practicar las técnicas que estimulan el funcionamiento del potencial de esos principios. Esto precisa, por lo tanto, de aprendizaje, comprensión y práctica. No tenemos por qué esperar a practicar hasta que no lo entendamos todo. Podemos practicar directamente lo que ya hemos aprendido y comprendido. La persona que no practica lo que ha aprendido es perezosa. La experiencia de la felicidad es una cosa lejana para ese tipo de personas. Así pues, practiquemos y aprendamos y también aprendamos y practiquemos. Nuestro campo de aprendizaje y práctica comprende el entendimiento de nosotros mismos y de nuestros cuerpos, así como la práctica de técnicas que nos ayuden a que haya un funcionamiento adecuado a través de todos nuestros cuerpos.