Presentación del Libro

“Desarrollo Personal Espiritual”

por Ekkirala Krishnamacharya

Antes de poder comprender a Dios, la creación o la naturaleza, primero debemos conocernos a nosotros mismos. Esto es lo que el Maestro EK llamaba "Desarrollo de la personalidad espiritual" o "Conócete a ti mismo".

El libro "Desarrollo de la Personalidad Espiritual" es como una guía para nuestras vidas. Si seguimos sinceramente las enseñanzas de cada conferencia o frase de este libro, transformarán la vida diaria en una vida espiritual y también cambiará la actitud hacia la vida.

Contenido: El poder del hábito; Emoción, razón e intuición; El enigma de la naturaleza humana y su solución; Salud, esperanza y pensamiento positivo; Inercia; Equilibrio e impulso; ¿Es definitivo el destino? Dios, amor y sacrificio; El amor, la fuerza de la vida.

Kulapathi Book Trust, Visakhapatnam, India 2024

Hasta el momento este librito no se encuentra publicado en español, sólo en inglés.

Muestra:

Amor, el poder de la vida

Hoy voy a hablar del "Amor, la fuerza de la vida". Cada uno de nosotros tiene una idea del amor, al igual que cada uno de nosotros tiene una idea de la belleza. Según Pitágoras, no hay nadie en este mundo que no tenga una idea de la belleza y del amor. Según algunos grandes poetas como Shelley y Keats, el amor y la belleza son sinónimos de verdad. Según las escrituras más antiguas de la India, los Vedas, toda la creación surge del equilibrio, que se llama amor o belleza y existe en el nivel del equilibrio.

Cada uno tiene su propia perturbación del equilibrio e intenta restablecerlo, y el viaje a través de la vida es el esfuerzo por restablecer el equilibrio perdido. Algunas personas son capaces de reconocer y recuperar lo que han perdido antes de dejar el cuerpo físico y así disfrutar del amor en su forma original; de la belleza y la verdad en su forma original. Pero algunas personas son tan inquietas que se pierden esto a cada momento. Son muy inquietas cuando se trata de alcanzar la felicidad de la belleza y del amor, y su inquietud por ser felices hace que se pierdan la felicidad que desean. El deseo y la voluntad de ser feliz es lo único que nos hace perder la felicidad que deseamos. Cuanto más deseamos la felicidad y cuanto más inquietos nos volvemos esforzándonos por alcanzarla, más inquietos estamos y menos felices podemos ser.

La verdadera felicidad y el amor

Una vez que se comprende este juego y una persona alcanza la facilidad y lo confortable al saber qué es el amor, qué es la verdad y qué es la belleza, comienza a vivir en el amor. Su vida se convierte en felicidad. En lugar de intentar comprar la felicidad con otras cosas como el dinero o las posesiones o el trabajo o los negocios, empieza a saber que todo puede ser comprado por el amor y que nada puede comprar el amor. El amor es felicidad. La felicidad es un bien tan preciado que todo lo que conseguimos en el mundo es inferior al amor, y cualquier intento de comprar el amor con cualquier otra cosa fracasa. La gente intenta comprar la felicidad con dinero, olvidando que el dinero sólo contribuye a la felicidad cuando ellos mismos son felices. Todo lo que una persona consigue en esta tierra sólo tiene sentido y significado si la persona es feliz.

Si alguien piensa que algo es más valioso que la felicidad, pierde la felicidad y la vida es otra cosa que felicidad. Porque lo que llamamos felicidad no es otra cosa que lo que llamamos amor. Cada uno tiene su propia idea del amor, como cada uno tiene su propia idea de la belleza y de la felicidad. Pero la comprensión del amor depende del concepto, igual que la comprensión del cielo depende de la ventana a través de la cual miramos el cielo. Estamos en nuestro cuerpo, igual que estamos en nuestra casa. Miramos a través de este cuerpo hacia el mundo exterior, igual que miramos a través de nuestra ventana. Tenemos principalmente cinco ventanas. Son el sentido del oído, el sentido de la vista, el sentido del olfato, el sentido del gusto y el sentido del tacto. A través de estas cinco ventanas miramos el mundo exterior, lo que llamamos objetividad, igual que miramos el cielo a través de una de las ventanas de nuestra casa.

La verdad

Todo el mundo puede ver el cielo a través de su propia ventana, pero las dimensiones del cielo dependen de las dimensiones de la ventana. Los que tienen una ventana estrecha verán un cielo estrecho. Los que tienen ventanas más anchas tendrán un cielo más amplio. Esto es sólo el cielo visto a través de la ventana, no el cielo en sí. Cada uno de nosotros mira el amor según su propio concepto, y es lo que entendemos, lo que experimentamos, pero no experimentamos lo que está ahí. Si te conozco muy bien desde hace diez años, te conozco sólo por mi comprensión, pero no te conozco por tu ser. Cada uno de nosotros existe en este auto-condicionamiento, y de acuerdo con este auto-condicionamiento, lo que vemos a nuestro alrededor en este mundo no es lo que realmente está ahí, sino lo que sabemos que está a nuestro alrededor. Hay una gran diferencia entre ambos. Lo que nos rodea es diferente de lo que conocemos.