Presentación del Libro
“Meditaciones de Luna Llena”
por Ekkirala Krishnamacharya
En la primera parte, Dr. Ekkirala Krishnamacharya explica la importancia de las meditaciones de luna llena y nos informa de las diferentes posibilidades para la práctica. La segunda parte explica las meditaciones a través de textos inspiradores para cada luna llena del año.
Contenido: Importancia de la luna llena; la Escalera de Oro; Trascendencia de la luna llena; Meditaciones de luna llena para cada signo zodiacal
Ediciones Dhanishtha, España 1991.
Muestra:
Trascendencia de la Luna Llena (Extracto)
(Conferencia dada en Lieja, Bélgica el 16 de julio de 1974)La luna llena y la luna nueva son los dos puntos nodales más importantes de la consciencia humana. De hecho, toda la actividad mental de los seres biológicos de esta Tierra se debe al influjo de la luna. La atracción magnética tanto del reino biológico como no biológico se debe asimismo a la influencia de la luna y de la Tierra. Así también, las facultades de germinación y de reproducción se deben a la actividad de la luna.
Cuando nuestra constitución no nos ofrece ya resistencia en absoluto es cuando empezamos verdaderamente a existir y entonces nuestra constitución deja de existir por completo para nosotros. Este es el estado de meditación que la fase creciente de la luna nos proporciona.
Durante la fase creciente de la luna podemos experimentar este estado de meditación en beneficio nuestro, ya que las líneas de fuerza que pasan de la mente al cuerpo y viceversa están armoniosamente colocadas, y la condición de perfecta salud y tranquilidad en que se encuentran todos nuestros vehículos inferiores hace que éstos no nos ofrezcan ya resistencia alguna y que podamos por tanto vivir en nuestro interior, y eso es precisamente la meditación.
Un secreto acerca de la meditación es, que no se trata de alcanzar un estado de meditación, sino de hacer desaparecer otro estado que no es meditación. Porque lo que llamamos meditación es el estado natural y lo que Ilamamos actividad de reacción es un estado innatural. Así es que no se trata en absoluto de alcanzar la meditación, sino de hacer tan sólo desaparecer el estado de no-meditación. La bondad no consiste en alcanzar algo bueno, sino en eliminar lo que no es bueno; es decir, que el no hacer obras malas nos convierte en seres buenos.
Ahora la fase menguante de la luna empieza a producir grandes molestias objetivas. Empezamos a observar nuestra actividad en casa o en el trabajo. Empezamos a observar de cerca la posición de la luna y las condiciones existentes en nuestra casa y nos damos cuenta de que durante las horas en que la luna llena se está terminando se producen grandes cambios en nuestro quehacer diario y nos damos cuenta que tenemos que terminar algo o tal vez empezar algo nuevo…,una alteración grande o una discusión con la mujer o el marido o con otra persona porque cada uno quiere hacer las cosas de una manera...Hasta que no seamos capaces de regular esta reacción externa, hemos de seguir el curso de la luna e intentar sacar provecho de la luna mediante ello.
La luna nueva y la luna llena son los días más propicios para meditar en nuestro interior, y son días de gran oportunidad para contactar con las fuerzas superiores en nosotros y fuera de nosotros. Uno puede entrar en contacto con las fuerzas superiores que llamarnos Devas y con las fuerzas superiores que llamamos Maestros sea en el día de luna llena o en el día de luna nueva. Creo que muchos de vosotros habéis leído con gran veneración el libro titulado "El Discipulado en la Nueva Era". La manera de contactar con el Maestro es meditando el día de luna llena. Lo primero que tenemos que hacer es saber la fecha en que cae la luna llena al menos tres días antes para poder prepararnos a vivir en actividad de yoga.
La actividad de meditar es la actividad de entrar en contacto con las fuerzas superiores. De este modo podremos contactar con facilidad con ellas cada mes; pero si nos acordarnos solo el día anterior de que al día siguiente es luna llena, no podremos hacer nada, porque habremos fijado ya nuestras citas o compromisos sociales para ese día, ¡y para un occidental una cita es algo mas que una cuestión de vida o muerte! El occidental no es capaz todavía de ver la importancia que tienen estas fechas, y como consecuencia malgasta el día de luna llena atendiendo a las formalidades con los amigos y el día se va entre hola, buenos días y gracias, y para terminar le diremos buenas noches a la luna llena, ¡y a ver si hay más suerte al mes que viene...!, y otra oportunidad más que se pierde.
En India, uno puede cerrar los ojos y ponerse a meditar incluso aunque vaya a venir a verle un amigo, porque el amigo lo comprende fácilmente y ya se sentara también a meditar o se ira tranquilamente si tiene alguna otra obligación que hacer, pero nunca se tomara a mal que no lo haya saludado. En India somos libres para practicar el yoga. Vosotros también podéis ser libres, y nada se os pondrá en el camino si sabéis coma organizar bien vuestro tiempo.
Acordaos de anotar el día de luna llena cinco días antes como mínimo, no vaya a ser que caiga en domingo y nos la tengamos que perder... Es preferible perder un día de fiesta antes que perder un día de luna llena. Aseguraos el día de luna llena y olvidaos del domingo, porque al cabo de siete días vuelve a haber otro domingo, pero la luna llena no vuelve hasta dentro de un mes y se trata de una gran oportunidad.
En los Vedas se dice que la luna es la puerta entre nosotros y el mundo que nos rodea; eso es debido a que la luna gobierna la mente, y la mente es la puerta entre nosotros y los demás. El día de luna llena el Yo Soy que está en nosotros se refleja sobre nuestra mente y también sobre los demás como una hermosa expresión de armonía. Por eso, si volvemos la mente hacia nuestro interior, la armonía se focaliza sobre nuestro ser, y nuestra mente se coloca directamente ante nosotros. La mente es un espejo. Si colocamos el espejo justo enfrente de nosotros, nos veremos sólo a nosotros mismos, pero si lo colocamos con un ángulo equivocado veremos la cara de otos.
Meditar en el día de luna llena neutraliza la actividad objetiva. Así entramos y vivirnos en nuestro ser, y él nos lleva a otro plano de conciencia automáticamente. Es fácil llegar hasta los planos etérico y búdhico en un día de luna llena o luna nueva.